Coincidiendo con un concierto de 15 aniversario en su querida sala Heliogàbal, José Antonio Bejarano “Pantanito” repasa su periplo vital y musical hasta llegar a acuñar el término “neocalorrismo”. Desde de aquella guitarra española rota que encontró en un contenedor de un pueblo de Córdoba al descubrimiento de la fusión de flamenco y rock gracias al “Omega” de Lagartija Nick y Morente, y el hallazgo, ya en Barcelona, tanto de Peret, la rumba catalana y el “ventilador” popularizado por El Gato Pérez como del “sonido Caño Roto”, la rumba que salió de la periferia de Madrid en los años 70 (léase Chichos, Chunguitos, Chorbos y Grecas). Y cómo todo aquello hizo que desechara la guitarra eléctrica y empleara todo su tesón en dar con un sonido propio de rumba urbana, fresca y gamberra que se hiciera un hueco en nuestro panorama musical, al margen de tendencias indie y de la escena “mestiza”. A parte del testimonio de él mismo y sus músicos, periodistas como José Manuel Gómez “Gufi”, Nando Cruz, César Prieto, Alicia Rodriguez o Jordi Turtós aportan visiones personales y contexto histórico al neocalorrismo, una etiqueta asimilada en su momento por la modernidad para luego seguir su senda subterránea, salpimentando con mucho humor la realidad cotidiana de los que no llegan a fin de mes.